¿Se puede vivir la maternidad y paternidad sin ansiedad?

Vivimos en un mundo tan complejo que la maternidad y la paternidad cada día son más complicadas de gestionar.
Cómo superar la ansiedad cuando te la provocan tus hijos. Freepik

En pocas décadas, la maternidad y paternidad se han "profesionalizado". Ya no vale con tengan sus necesidades básicas cubiertas. Tampoco con darles la mejor educación. Ahora tenemos que enseñarles a gestionar sus emociones (y aprender a controlar las nuestras), poner límites sin gritos, respetar su ritmo, darles oportunidades de aprendizajes útiles para su futuro, enseñarles idiomas desde bebés, introducir las artes para potenciar su sensibilidad, pasar tiempo de calidad... y así un sinfín de tareas. Esto, sumado al estrés laboral y al cansancio, nos pueden empujar a vivir con una ansiedad, una situación de agotamiento.

Una ansiedad a la que se le suman los miedos comunes cuando te conviertes en padre o madre: miedo a que les pase algo, miedo a que suspendan, miedo a que lo pasen mal…

La clave es que no podemos controlarlo todo, pero lo intentamos. Si intentas tenerlo todo bajo control, entonces, es normal sentir ansiedad. Si tenías la alimentación complementaria perfectamente controlada, y luego tu hijo va a la escuela infantil, pierdes ese control. Y así con un largo etcétera.

Ser padre o madre en un mundo cada vez más complejo

Piensas que la maternidad o paternidad son los que te han llevado a este estado de ansiedad, pero en realidad no son los niños, sino tus exigencias, expectativas y por supuesto, el entorno los que nos empujan a vivir todo esto con tanta ansiedad.

Tus hijos no son los culpables de tu ansiedad. La ansiedad nace en tu mente y está condicionada por el entorno. También puede que te preocupe que esa ansiedad con la que vives la situación se traspase a tus hijos.

Para vivir la maternidad o la paternidad con menos ansiedad, hay algunas cosas que puedes hacer:

1. Permite que tus hijos tengan experiencias

Todos los padres se preocupan por sus hijos, pero tener trastorno de ansiedad significa que a veces esas preocupaciones van a un nivel irracional. Si permites que tus hijos tengan experiencias apropiadas para su edad, les ayudarás a que tengan sus propios mecanismos de supervivencia. Evalúa las actividades dependiendo del desarrollo apropiado. Por ejemplo, ¿es apropiado que un niño de 3 años juegue solo? Deberás pensar cómo hacer que ese juego sea seguro y cómodo para el pequeño pero controlando tus tendencias de miedo y pánico.

2. No seas catastrofista

El catastrofismo es habitual en la ansiedad. La ansiedad se aprovecha de la imaginación y hace que ésta, se vuelva negativa. Por ejemplo, quizá le digas a tu hijo que no puede cruzar la calle solo porque puede atropellarle un coche, pero quizá esto sea demasiado extremo, ¿verdad? Quizá sea mejor explicarle que hay que esperar a que el semáforo se ponga en verde para los peatones y si tiene más de 10 años permitir que lo haga aunque sea con tu supervisión.

3. Practica reacciones saludables

Antes de que los niños puedan entender tus palabras, ya recogen tus pistas emocionales. Si tu hijo coge accidentalmente un cuchillo que has dejado a su alcance, no le culpes por eso. Además, es importante reaccionar sin pánico. En lugar de salir corriendo gritando y de los nervios, muévete con rapidez para coger el cuchillo, guardarlo correctamente y darle la instrucción de que un cuchillo no es un juguete ni es para jugar. Con esta reacción razonable y saludable te sentirás más tranquila en momentos de este tipo.

La ansiedad es más común de lo que parece.

4. No seas un padre o madre helicóptero

Los padres helicóptero se comportan de forma sobre-protectora por miedo a fracasar como padres o de que los hijos sufran. Un padre helicóptero promueve la ansiedad, interfiere en el desarrollo de habilidades de afrontamiento y en las herramientas para resolver problemas por sí mismos.

5. No intentes ser perfecto o perfecta (ni que tus hijos lo sean)

La perfección no existe, y mucho menos en la crianza. Los niños pertenecen a un mundo imperfecto, y no pueden vivir aislados en una burbuja. Así que hay que intentar relacionarse con el entorno de la mejor manera posible.

Recomendamos en