"Las mates se me dan fatal" o "yo no valgo para los números". Frases como estas se escuchan en muchos hogares, pero en realidad, el problema no está en las matemáticas, sino en la falta de confianza que genera no entenderlas.
Kumon Matemáticas nació precisamente para cambiar esa historia: un programa que, desde hace más de 60 años, ayuda a niños de todas las edades y capacidades a descubrir que "sí pueden con las matemáticas".
El método que enseña a pensar
A diferencia de las clases tradicionales, el método Kumon no se centra en el temario escolar, sino en desarrollar la autonomía y el pensamiento lógico. Cada alumno comienza en un nivel que se adapta a su capacidad real (no a su edad) para reforzar su confianza y construir una base sólida antes de avanzar. Las hojas de estudio, diseñadas con una progresión muy gradual, presentan ejercicios que van desde los números y operaciones básicas hasta el álgebra, las funciones y el cálculo avanzado.
El objetivo es que el niño aprenda a deducir los pasos por sí mismo, con ejemplos que lo guían y orientadores que lo acompañan sin darle directamente la respuesta. Ese proceso de descubrimiento convierte el error en aprendizaje y la frustración en satisfacción. En Kumon, cada "no puedo" se transforma, poco a poco, en un "¡lo he conseguido!".
Matemáticas para cada etapa
Kumon acompaña el crecimiento de los niños desde los primeros años hasta la adolescencia:
- Hasta los 5 años, el programa introduce los números mediante hojas ilustradas y coloridas, trabajando la atención, la concentración y los primeros hábitos de estudio.
- Entre los 6 y los 11 años, los alumnos adquieren soltura con las cuatro operaciones, consolidan las bases y ganan confianza gracias a la práctica diaria y la orientación personalizada.
- A partir de los 12 años, el método potencia la autonomía y la comprensión profunda de los conceptos matemáticos, preparando a los jóvenes para abordar con seguridad contenidos avanzados (como álgebra, fracciones, funciones o cálculo diferencial), muy por encima de su nivel escolar.
En todos los casos, el aprendizaje se adapta al ritmo y capacidad de cada niño, respetando su proceso individual y celebrando cada pequeño avance.
Un acompañamiento que multiplica el progreso
En cada centro Kumon, los orientadores observan, escuchan y adaptan el ritmo de cada alumno. No corrigen con prisa: enseñan a pensar. Su labor es detectar la zona de desarrollo óptimo y ofrecer las pistas necesarias para que cada niño encuentre sus propias soluciones.
Además, el método fomenta la comunicación con las familias, creando un entorno de confianza donde el aprendizaje se convierte en una experiencia compartida y positiva.
Más allá de los números
Kumon Matemáticas no solo mejora las notas. Desarrolla habilidades para toda la vida: concentración, perseverancia, pensamiento crítico y, sobre todo, autonomía. Al enfrentarse a los retos paso a paso, los niños descubren que pueden resolverlos por sí mismos, y esa seguridad se traslada a todas las áreas de su aprendizaje y su vida cotidiana.
Una historia que suma experiencia y confianza
Detrás de Kumon hay más de 60 años de experiencia y 3,5 millones de alumnos en todo el mundo. Su historia comienza en 1955, en Osaka (Japón), cuando el profesor Toru Kumon creó un método para ayudar a su hijo a desarrollar todo su potencial. Pronto, otros niños comenzaron a estudiar del mismo modo, y así nació el primer centro Kumon de matemáticas.
Hoy, Kumon está presente en más de 60 países, con una red global de orientadores que comparten la misma misión: acompañar a cada niño para que aprenda a pensar por sí mismo y disfrute aprendiendo. En España, Kumon llegó en 1991 y cuenta ya con más de 200 centros y 20.000 alumnos que estudian bajo su metodología, avalada por décadas de éxito educativo.
Descubre hasta dónde puede llegar tu hijo con Kumon con su prueba de nivel gratuita en www.kumon.es para que empiece a sumar confianza hoy mismo.
