Lo que no sabías sobre las películas de Studio Ghibli: estudio confirma que hacen más felices a quienes las ven

Un ensayo científico confirma que las películas de Studio Ghibli —y el videojuego abierto The Legend of Zelda— aumentan calma y felicidad.
Familia sentada en el sofá con mantas y palomitas viendo juntos una película de Studio Ghibli en un ambiente cálido y acogedor.
Una familia disfruta de una tarde de cine en casa viendo Mi vecino Totoro, uno de los clásicos más entrañables de Studio Ghibli. Midjourney/Studio Ghibli (imagen publicada originalmente en publicada originalmente en JMIR Serious Games). Composición: RG

Si tus hijos se quedan hipnotizados con 'Mi vecino Totoro', 'Nicky, la aprendiz de bruja', o cualquier otra película firmada por Studio Ghibli no es casualidad: esas historias amables, con la fantasía como seña de identidad y luminosas parecen tocar fibras muy concretas de bienestar. Así lo demuestra un ensayo controlado aleatorizado liderado desde Imperial College London y publicado en la revista científica JMIR Serious Games sugiere que ver fragmentos de películas de Studio Ghibli —y jugar a un mundo abierto como 'The Legend of Zelda: Breath of the Wild'— se asocia con más calma, sentido de exploración, sensación de dominio y propósito… y mayor felicidad vital en jóvenes universitarios.

Más allá del titular llamativo, y pese a las limitaciones del estudio, que se ha realizado con jóvenes y no con niños (es extrapolable), el trabajo aporta datos sólidos: con 518 participantes, el efecto positivo del juego y de la “nostalgia amable” que despiertan las películas de Studio Ghibli aumentó de forma significativa las puntuaciones de felicidad.

Llama la atención, además, que cuando se combinaban ambas experiencias (juego + películas de Studio Ghibli), el aumento de las emociones positivas era todavía mayor.

Por ello, sin lanzar las campanas al vuelo, para familias y educadores, la lectura de este nuevo estudio es clara: no se trata de más pantalla, sino de qué pantalla y para qué. Los autores plantean estas obras como una forma de “evasión activa”, capaz de restaurar energía, estimular la imaginación y reducir el estrés. Así que, si vais a ver cine en familia, qué mejor que elegir algunas de las películas de Studio Ghibli: la ciencia os da el argumento de peso para ello.

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Educar con Ghibli
Las películas de Studio Ghibli exploran la pérdida y el duelo desde una sensibilidad única, ideal para acompañar conversaciones difíciles con los pequeños. Ilustración artística: DALL-E / Edgary Rodríguez R.

Jugar y emocionarse también educa: datos principales del estudio

El equipo que ha liderado esta curiosa investigación registró el ensayo (ISRCTN14757739) y aplicó un diseño 2×2:

  • Juego mundo abierto vs. no juego, y nostalgia (clip Ghibli) vs. no nostalgia.
  • Los participantes —todos universitarios de posgrado— fueron asignados al azar a cuatro grupos. Durante tres semanas, algunos jugaron 30 minutos a Zelda y/o vieron un clip de 7 minutos de 'Mi vecino Totoro' o 'Nicky, la aprendiz de bruja'.

Después completaron cuestionarios sobre felicidad, calma, exploración, maestría y propósito. Los mediadores fueron exploración, calma, maestría y sentido vital. Los resultados, como te decíamos anteriormente, son muy llamativos. Estos son los más destacados:

  • Jugar a Zelda aumentó la felicidad frente al grupo contro.
  • Ver un fragmento de Ghibli también elevó la puntuación de los marcadores de felicidad.
  • La combinación juego + Ghibli produjo el efecto más fuerte: una media de felicidad 5,55 frente a 2,41 en el grupo sin intervención.

El estudio, en base a estos datos, sugiere que el asombro estético y la inmersión activa en juegos abiertos como Zelda o películas como las de Studio Ghibli pueden ser restauradores psicológicos: fomentan un tipo de mindfulness que nace del juego y la belleza, no de la productividad.

Niños en el cine
Ver películas de Studio Ghibli en familia es un gran plan, la ciencia lo avala.

Conclusiones para la crianza más allá del cine de Studio Ghibli

El estudio, además de recomendar el visionado de las películas de Studio Ghibli, deja algunas reflexiones interesantes si extrapolamos los resultados al ámbito de la crianza. Nos surgen al menos tres, las compartimos:

1. Pantallas con propósito

No todo el contenido audiovisual genera pasividad. Las películas de Miyazaki muestran que la pausa, la contemplación y el vínculo con la naturaleza también pueden aprenderse a través de una pantalla.

En Ser Padres ya analizamos este enfoque en el artículo titulado “Educar con Ghibli: las enseñanzas emocionales y éticas en las películas de Miyazaki, más allá de las imágenes virales de ChatGPT”: cómo el universo Ghibli enseña empatía, cooperación y respeto sin moralejas explícitas.

2. Una forma diferente de entender la salud mental infantil

Este hallazgo científico se alinea con lo que te contamos en “Lo que el cine de Studio Ghibli enseña sobre salud mental y emocional infantil sin decir una sola palabra”: los filmes del estudio japonés actúan como un espejo emocional donde los niños pueden reconocer la tristeza, la frustración o la calma sin que nadie se las explique. Escuchar la lluvia con Totoro o ver a Kiki recuperar la confianza son metáforas silenciosas de regulación emocional.

3. Tiempo compartido y nostalgia compartida

La investigación de Imperial College London también apunta a la nostalgia como catalizador de bienestar. Compartir con los hijos las películas que a los padres les conmovieron activa un puente emocional que fortalece el sentido de pertenencia familiar.

En este sentido, cabe recordar que los personajes de las películas de Miyazaki ayudan a los adultos a mirar de nuevo el mundo con los ojos del niño que fueron.

4. Películas y juegos que facilitan explorar

Otra conclusión que deja el estudio es que, a la hora de elegir ficción para compartir un plan de cine familiar o introducir los videojuegos a nuestros hijos e hijas, tanto los mundos abiertos como las historias de Ghibli alimentan la misma necesidad humana de explorar con libertad. En 'Zelda', el jugador elige su camino; en 'Totoro' o 'Nausicaä', los protagonistas avanzan por el bosque o el aire sin miedo, impulsados por la curiosidad y la compasión.

Este tipo de narrativas, dicen los autores del estudio, enseñan a tolerar la incertidumbre y a disfrutar del proceso más que del resultado. Algo muy necesario en una generación que crece con la presión de la inmediatez.

Madre e hijo viendo una peli
Madre e hijo viendo una peli en casa - Fuente: Pexels

Por todo lo descrito a raíz del estudio, hay algunos consejos prácticos que podemos aplicar en casa:

  • Fragmentos breves y compartidos: no es necesario ver toda la película; bastan diez minutos de una escena concreta que invite a la calma.
  • Conversar después: preguntar acerca de lo visto (“¿Qué sentía Kiki?” o “¿Qué te pareció el personaje de Totoro?”) potencia el lenguaje emocional.
  • Recrear sin pantalla: dibujar el bosque de Totoro, cocinar juntos o buscar sonidos naturales a raíz del visionado puede ser una forma de extender los beneficios de esta actividad consciente.
  • Cojugar y visionar en familia: si en casa hay videojuegos, elegir mundos tranquilos y exploratorios, no competitivos, y jugar juntos. Y lo mismo para el cine: no es lo mismo pasar dos horas delante de una pantalla en familia que completamente solos.

Referencias

  • Annisa Arigayota, Barbara Duffek, Congcong Hou, Andreas Benedikt Eisingerich. Effects of The Legend of Zelda: Breath of the Wild and Studio Ghibli Films on Young People’s Sense of Exploration, Calm, Mastery and Skill, Purpose and Meaning, and Overall Happiness in Life: Exploratory Randomized Controlled Study. JMIR Serious Games, 2025; 13:e76522. DOI: 10.2196/76522.

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