La última gran tendencia de Halloween: por qué los colegios se transforman en espectaculares casas del terror

Los colegios de toda España se transforman en auténticas casas del terror por Halloween. Una tendencia que combina diversión, comunidad y solidaridad.
Pasillo de un colegio transformado en casa del terror con niños disfrazados y decoración de Halloween.
Cada vez más colegios celebran Halloween con fiestas organizadas por las familias, combinando diversión y solidaridad. Midjourney-RG

Hasta hace unos años, celebrar Halloween en el colegio se limitaba a ir disfrazado y decorar el aula con murciélagos de cartulina. Hoy, el fenómeno ha crecido tanto que muchas escuelas se convierten literalmente en casas del terror. Pasillos convertidos en manicomios, aulas en quirófanos ensangrentados, gimnasios en sanatorios abandonados... Auténticos platós de cine. Y detrás de todo ese despliegue, hay algo más que purpurina y sustos: una comunidad escolar unida, creatividad desbordante… y, casi siempre, una buena causa.

En muchos colegios de España, las AMPAS y el alumnado se han lanzado a organizar auténticas fiestas para celebrar Halloween como una manera de financiar los viajes de fin de curso de sexto de primaria. Se venden entradas, meriendas, rifas o dulces hechos por los padres y alumnos. Y suele haber también servicio de bar a precios populares, igual que el precio del acceso al clásico pasaje del terror diseñado en este caso por las propias familias en las instalaciones de sus colegios, cedidas para la ocasión.

🎃 Halloween 2025: origen, tradiciones, disfraces e ideas para celebrar en familia

Más allá del fin de la fiesta, que en otras ocasiones tiene un objetivo benéfico, recaudar dinero para ayudar a alguna causa social, el gran valor de esta tendencia en auge de Halloween está en la experiencia compartida: niños, madres, padres y profes trabajan codo con codo para transformar el centro en un escenario digno de una película.

Lo que antes era un simple “día de disfraces de Halloween" se ha convertido en un proyecto colectivo, donde cada clase asume una parte del recorrido: unos se encargan del pasaje del terror, otros de la decoración de Halloween, otros del servicio de hostelería, algunas familias y colaboradores se centran en los talleres y juegos para los más pequeños, y los de primaria más mayores ayudan como actores.

Terror con propósito: diversión, aprendizaje y solidaridad

Además del componente lúdico, como decíamos, muchas de estas fiestas de Halloween tienen un objetivo solidario. En algunos centros, si no se destina la recaudación al viaje de fin de curso de sexto, los beneficios se destinan a ONG locales o asociaciones infantiles, como el cáncer infantil o bancos de alimentos. Así, el miedo y la risa se mezclan con valores de comunidad y empatía.

En otros casos, se trata simplemente de reforzar el vínculo entre familias y escuela, algo que se perdió con la pandemia y que ahora muchos centros intentan recuperar. Y es que Halloween se ha convertido en una excusa perfecta para volver a sentir el colegio como un lugar de encuentro, no solo de clases, para fortalecer el sentido de la comunidad educativa. Y es que Halloween no solo es útil para trabajar en primaria, también para hacerlo a otros niveles.

El atractivo de estas fiestas no está solo en los disfraces o la ambientación, sino en la sensación de comunidad que despiertan. Los niños aprenden a trabajar en grupo, a planificar, a expresarse, a vencer miedos escénicos o a gestionar emociones intensas (el susto, la risa, el nervio). Y los adultos, por una vez, también se permiten jugar.

Cada vez más colegios están integrando este tipo de actividades como parte del aprendizaje emocional y social. Y ya casi nadie duda de que el miedo en un contexto controlado y ajustado a la edad, como una fiesta de Halloween que combine actividades para más mayores como el pasaje del terror con talleres infantiles de disfraces o de decorar calabazas, por ejemplo, puede ser una oportunidad para trabajar la cooperación, la empatía y la confianza.

Por eso, Instagram está estos días repleto de anuncios de fiestas de Halloween organizadas por las ampas, las aliadas invisibles de la conciliación. Fiestas, por cierto, que son abiertas a la ciudadanía en la gran mayoría de los casos.

En definitiva, Halloween se ha convertido en una de las celebraciones más importantes del año en el ámbito escolar por méritos propios. Es una oportunidad de oro que cada vez más colegios y familias aprovechan para dar rienda suelta a su creatividad y su capacidad de cooperación.

Lo que empezó como una moda, se ha convertido en una tradición moderna con alma educativa y solidaria. Porque detrás de las telarañas de algodón, los maquillajes zombis y los gritos ensayados, hay algo profundamente bonito: familias que se organizan, profesores que se implican y niños que aprenden que la unión también puede dar miedo… pero del bueno.

Niños trabajando en decoración de Halloween para la fiesta en el colegio
Manualidades de Halloween en grupo: niños creando calabazas y fantasmas con pintura y algodón. Midjourney-RG

Más información:

Recomendamos en