Destete progresivo: ¿cómo dejo de darle el pecho?

Muchas mujeres que dan el pecho a sus hijos más allá de los seis meses tienen dudas sobre cuándo dejarlo, cómo hacerlo y si afectará a los pequeños. Te damos una serie de consejos sobre cómo hacerlo de forma respetuosa.
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La Asociación Española de Pediatría, de acuerdo con la OMS y UNICEF, recomienda dar el pecho de forma exclusiva hasta los seis meses y combinado con otros alimentos, hasta los dos años o más. Esto es algo muy personal así que puedes comenzar el destete en el momento que tú consideres. La recomendación de dos años se basa solo en cuestiones médicas y nutricionales; pero hay muchos otros factores a tener en cuenta como la conciliación, el cansancio físico y mental.

destete - PAZ RUIZ LUQUE

¿Cómo lo hago?

Hay dos normas básicas para destetar a un niño: Una es "no ofrecer, no negar". No le ofrezcas el pecho si no lo ha pedido, pero cuando lo pide, más vale dárselo sin discutir. La otra es "darle algo mejor a cambio". Esa es la parte más complicada ya que el vínculo existente a través del pecho y la lactancia es muy potente.

¿Cuánto tiempo dura el destete progresivo?

En realidad, el destete empieza con el inicio de la alimentación complementaria. A partir de ahí, la lactancia va disminuyendo hasta desaparecer ya que hasta los 9 meses será casi el 80% de las calorías diarias, pero luego comienza a disminuir. Dejado a su evolución natural, el proceso de destete suele durar entre dos años y tres y medio, aunque es muy variable. Si decides acelerarlo, la duración dependerá del ritmo que tú marques. Cuanto más rápido vayas, probablemente, más le va a costar a tu pequeño.

Es evidente que si no estás presente el destete será más fácil y rápido, pero será sustituido por una gran ansiedad por separación. Depende de cuál sea el objetivo: destetar rápido o no sufrir, y son objetivos contradictorios. Para evitar el sufrimiento, es mejor dedicar muchísimo tiempo al niño, todo el que se pueda. Eso sí, en ese tiempo, el niño va a tener muchas oportunidades de pedir el pecho...

Cuando el niño quiera mamar, ¿le ofrezco otra comida?

Es evidente que siempre que haya una demanda de alimentación, ésta se va a solventar, sólo que, en este caso, cuando quiera mamar probablemente será por una necesidad afectiva. La lactancia materna no solo es nutrición, sino también cariño, contacto, caricias, consuelo... En cuanto al alimento, si el niño pide el pecho, le das un vaso de leche. Lo difícil es conseguir dar a tu hijo tanto contacto afectivo por otros medios que ya no necesite el pecho. Eso requiere un gran esfuerzo físico y mental.

¿Se puede traumatizar si le niego el pecho?

No se producirá un trauma, sino que no le gustará ya que es algo a lo que está muy apegado. El hecho de no negar el pecho tiene una base racional y es que si lo negamos tendrá una respuesta más intensa ya que lo prohibido siempre es más apetecible para los niños.

Para quitarle algunas tomas, hay que hacer de manera espontánea: los mismos niños van 'quitando tomas' si se les deja tiempo suficiente. Hacia el año y medio o los dos años suelen mamar cada vez menos, hasta llegar a mamar sólo para dormir. Luego suelen pasar una temporada en la que maman a todas horas, como una especie de traca final, y por fin vuelven a disminuir el número de tomas y a mamar sólo para dormir. Si además por cuestión laboral la madre no está en casa se quitarán tomas de forma obligatoria y esto le hará aceptar cada vez más la nueva realidad.

¿Es mejor que le dé su padre de comer?

Suele ser indiferente, depende de las preferencias del niño. Sí que suele ser útil que su padre participe en otras cosas. Es poco probable que un niño que está jugando y entretenido con su padre prefiera dejar lo que está haciendo para pedir teta.

¿Cómo acaba todo?

Depende. A veces acaba de golpe. Hay niños que han dicho: 'Mamá, cuando cumpla X años dejaré de mamar'. Es más frecuente que el final de la lactancia sea evanescente. El niño lleva cuatro o cinco días sin mamar y otra noche lo vuelve a pedir. Otros tres días sin mamar, y luego lo pide dos veces seguidas. De pronto, la madre se da cuenta de que todo terminó hace semanas y que no ha sido necesario un proceso brusco sino progresivo y respestuoso.

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