Los productos de bebé más populares que una pediatra desaconseja: mucho marketing, poca utilidad y seguridad

Según esta pediatra, estos productos infantiles son innecesarios y, en algunos casos, pueden ser un riesgo
Lista de los productos de bebé que no son recomendables según una pediatra
No compres ni regales estos productos infantiles porque los desaconseja esta pediatra - Un bebé con un collar de ámbar que puede convertirse en un peligro

En las estanterías de cualquier tienda de puericultura encontramos decenas de productos de bebé muy populares supuestamente diseñados para hacernos la vida más fácil. Prometen seguridad, confort, desarrollo, calma, sueño... Pero, ¿realmente son necesarios? ¿O estamos comprando por impulso o dejándonos llevar por lo tiernos que parecen más que por su verdadera utilidad?

La médico especialista en Pediatría Nerea Sarrión (@nerea_pediatra) ha compartido en redes sociales una lista de productos infantiles que, según explica, no aportan beneficios reales e, incluso, en algunos casos pueden ser contraproducentes. Su mensaje es claro: antes de entrar en la rueda del marketing, pensemos en lo esencial. El bebé necesita mucho menos de lo que creemos y, por encima de cualquier moda, están su seguridad y su bienestar.

Una pediatra desaconseja estos productos de bebé tan populares

Estos son algunos de los productos de bebé que ella no aconseja comprar o regalar a un niño, al menos no de manera generalizada. Advertencia: es posible que tengas alguno de estos en casa, ya que son muy comunes. No te preocupes, aún estás a tiempo de reflexionar si realmente es útil y seguro para vosotros o si hay alguna alternativa mejor.

1. Pulseras para medir las constantes vitales de los bebés

Estos dispositivos de monitorización continua —que prometen controlar la temperatura o la frecuencia cardiaca del bebé, entre otros— parecen una solución perfecta para dormir tranquilos porque siempre puede saber cómo se encuentra tu bebé. Sin embargo, la pediatra alerta de que no previenen la muerte súbita ni ofrecen una protección real. Más bien al contrario: pueden generar una vigilancia obsesiva y una falsa sensación de seguridad.

2. Tacatás y andadores para los bebés que están empezando a caminar

Aunque muchos padres creen que ayudan al bebé a aprender a andar, los andadores dificultan el desarrollo motor natural. No permiten que el niño explore libremente, le hacen saltarse etapas de desarrollo necesarias y, además, están detrás de una gran cantidad de accidentes domésticos como caídas por escaleras y golpes. El consejo de esta pediatra es rotundo: “El mejor tacatá es el que no se usa”.

3. Mallas antiahogo para introducir alimentos

¿Has visto alguna vez este tipo de dispositivos? Dentro de su malla se introduce, por ejemplo, un trozo de fruta para que el bebé pueda ir chupándola sin meterse directamente el alimento en la boca. A primera vista parecen una herramienta segura para iniciar a tu hijo en la alimentación complementaria. Pero la especialista insiste en que no son necesarias: limitan nutrientes, dificultan el aprendizaje de la masticación, pueden no ser higiénicas y transmiten una falsa sensación de protección. Si la comida se ofrece adecuadamente, el riesgo de atragantamiento no aumenta.

4. Cojines “antiplagiocefalia” y otros accesorios para la cuna

Estos cojines, muy populares en los últimos años, no deben utilizarse de forma preventiva. Solo un profesional puede recomendar su uso en casos concretos y buscando un objetivo concreto. Para evitar la plagiocefalia, la pauta es sencilla, tal y como explica la pediatra Nerea Sarrión: “Dormir boca arriba, jugar boca abajo y pasar tiempo en brazos”. Igual de desaconsejados están otros productos de bebés tan populares como cojines antivuelco, chichoneras o peluches. Recuerda, el espacio de sueño de tu hijo debe estar completamente despejado.

5. Joyas para bebés (¿para qué?)

Pulseras, collares o imperdibles pueden convertirse en un riesgo de estrangulamiento o asfixia. La pediatra también incluye los famosos collares de ámbar, todavía muy extendidos para aliviar las molestias por la salida de los dientes. Sus consejos coinciden, además, con un estudio publicado en la revista Paediatrics & Child Health que demuestra que muchos collares de ámbar no se rompen con la fuerza necesaria para evitar una posible estrangulación, lo que confirma que su uso supone un riesgo real para los bebés.

Descubre los productos de bebé que no son tan recomendables como el marketing te hace creer
El porteo es muy beneficioso, pero las mochilas deben ser ergonómicas, según esta pediatra (Midjourney.-MM)

6. Mochilas de porteo sí, pero evita las no ergonómicas

El porteo es beneficioso, pero no todas las mochilas lo son. Las que colocan al bebé mirando hacia afuera, con las piernas colgando o apoyado sobre sus genitales no respetan su postura natural, y además cargan mal el peso en la mamá o el papá. La recomendación de esta especialista es optar siempre por mochilas ergonómicas: bebé mirando hacia tu pecho, en posición de ranita y a la altura adecuada para que puedas darle besitos en la cabeza.

7. Manoplas para el bebé, aunque evite que se arañe

Aunque se usan para evitar arañazos, el tacto es el primer canal que tiene el bebé para descubrir su entorno. Por lo tanto, tapar sus manos limita su desarrollo sensorial. La alternativa es más simple: cortar o limar las uñas con frecuencia.

8. Colonia o perfumes para recién nacidos

El olor es clave en el vínculo entre el bebé y su figura de apego. La colonia puede interferir en este reconocimiento olfativo e irritar la piel, especialmente durante las primeras semanas. Lo más recomendable es evitar las colonias y perfumes por completo.

9. Sacamocos y aspiradores nasales

Aunque están presentes en casi todas las casas, su uso continuado puede irritar la mucosa nasal, generar más congestión, provocar pequeñas lesiones e incluso aumentar el riesgo de otitis si se usan mal. Además, no son los más higiénicos para el adulto. La pediatra recomienda priorizar los lavados nasales.

10. Zapatitos antes de tiempo

Un bebé que aún no camina no necesita zapatos; y cuando dé sus primeros pasos en un entorno seguro, hacerlo descalzo o con calcetines antideslizantes favorece su desarrollo motor. El calzado debe reservarse para la calle y ser siempre flexible y lo más parecido a ir descalzo. Mientras tanto, mejor que tu bebé lleve los pies al aire.

Los zapatos de bebés y otros productos infantiles que esta pediatra no recomendaría de forma generalizada.
Tu bebé aprende sobre su entorno cuando tiene los pies descalzos (Midjourney-MM)

11. Dispositivos antiatragantamiento

Cada vez se ven más en redes, pero ninguna guía internacional de reanimación cardiopulmonar cuenta con ellos. En caso de obstrucción, pueden retrasar las maniobras realmente eficaces. Como dice esta pediatra: “Lo que no demuestra que salva vidas, hace perder un tiempo exquisito”.

12. Humidificadores

No son necesarios en la mayoría de los casos y pueden incluso empeorar algunos cuadros respiratorios si no se usan en el momento adecuado. Si un profesional los indica, debe hacerse siguiendo sus pautas y asegurando una limpieza exhaustiva para evitar ácaros y hongos.

13. Dedal de silicona y dentífricos sin flúor

¿Has tenido o tienes uno de eso productos de silicona que se ponen en el dedo del adulto para limpiar la boquita o los primeros dientes del bebé? A pesar de su popularidad y el marketing, esta pediatra los desaconseja porque no eliminan la placa bacteriana. Desde la aparición del primer diente debe usarse un cepillo infantil de cerdas suaves y pasta con flúor (al menos 1.000 ppm; fíjate en la etiqueta cuando compres el dentífrico).

14. Stick de árnica para los golpes de los niños

Aunque está muy extendido, no hay estudios que demuestren que reduce la inflamación de los golpes de los niños. Lo más eficaz sigue siendo aplicar frío de forma local.

La pediatra resume su mensaje en una idea que conviene recordar: ante el aluvión de productos para bebés y el fuerte marketing al que nos vemos sometidos, lo fundamental es mantener la mirada crítica y tener en cuenta nuestras necesidades reales. Acudir a profesionales de la salud cuando surjan dudas es, en la mayoría de los casos, la mejor guía.

Referencias

  • Soudek, L., y McLaughlin, R. (2018). Fad over fatality? The hazards of amber teething necklaces. Paediatrics & Child Health, 23(2), 106–110. https://doi.org/10.1093/pch/pxx158

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