Aunque en los primeros días de embarazo aún no seas consciente del todo, un pequeño ser está desarrollándose en nuestro interior y eso implica cambios físicos. Desde el mismo momento de la concepción, el organismo comienza a experimentar complejos procesos hormonales que, durante las primeras semanas de gestación, no son apreciables a simple vista.
Sin embargo, ahí están y en poco tiempo van a hacer que la futura mamá empiece a percibir cambios en su cuerpo e, incluso, en su estado de ánimo. Estas son las primeras «señales» que experimentan las embarazadas.
Las molestias físicas más comunes durante el embarazo
En el momento en el que se confirma el embarazo todo cobra sentido. Las náuseas, los ligeros mareos, la irritabilidad, el cansancio extremo, los cambios de humor y la nueva apreciación de los sabores y olores ya tienen una razón de ser.
Cansancio y somnolencia
Son consecuencia de la hormona colecistocinina. Sus niveles en el organismo irán disminuyendo progresivamente a partir del cuarto mes de gestación.
También es habitual que aumenten considerablemente las ganas de hacer pis. Se debe a la presión que el útero va ejerciendo sobre la vejiga a medida que aumenta de tamaño y a los estímulos hormonales.
Náuseas
Suelen deberse a la hormona gonado-tropina coriónica (hCG), que alcanza sus niveles más altos en el primer trimestre de gestación. Algunos ginecólogos, sin embargo, las atribuyen a factores emocionales y dicen que por eso hay muchas mujeres que no las experimentan, e incluso mamás que las sufren en el primer embarazo y no en los siguientes.

Ligado a las náuseas, también se aprecia un aumento de la salivación (sialorrea). Pero no todas las embarazadas tienen estas molestias, o al menos no con la misma intensidad.
Aumento de pecho
Es uno de los cambios más evidentes de la gestación. Los senos están más sensibles por la influencia de la hormona progesterona. Han crecido y pueden sentirse algo tirantes. La areola de los pezones se oscurece y, a veces, se agranda e incluso aparecen unos bultitos a su alrededor llamados tubérculos de Montgomery.
¿Cuándo se experimentan los síntomas del embarazo?
Es a partir de la quinta o sexta semana de gestación cuando algunas mujeres pueden comenzar a sentir ligeras molestias que les hacen sospechar que están embarazadas. Otras, sin embargo, no notan absolutamente nada y es la falta de menstruación lo que empieza a llamar su atención.
Las que ya han tenido hijos aprecian antes los trastornos, pero hay algunos síntomas inequívocos que no pasan desapercibidos para ninguna futura madre, aunque las primerizas pueden atribuirlos a otras causas (algo más de estrés, síntomas premenstruales...).
Las sensaciones más comunes son el cansancio, tener mucho sueño en horas del día en las que antes se estaba perfectamente espabilada y estar más sensible emocionalmente. Ana, primeriza de 30 años, lo cuenta así:
“Llevaba unos días en los que me daba por llorar todo el tiempo y no entendía por qué. Tenía un pequeño retraso, pero no le había dado ninguna importancia. No pensaba que estuviera embarazada”.
“Un día mi marido me dijo una tontería que, en circunstancias normales, no me hubiera sentado mal y el incidente no hubiera pasado de un simple mosqueo, pero me llevé un disgusto de campeonato. A los dos días me hice el test de embarazo y ¡dio positivo! Entonces mi marido me dijo: ‘Ahora entiendo por qué estabas así de susceptible’”, concluye Ana.