Hace ya tiempo que la ciencia ha puesto sus ojos en cómo la IA está cambiando los hábitos de estudio en los adolescentes y jóvenes. No es para menos teniendo en cuenta que la irrupción de la inteligencia artificial en las aulas no solo ha cambiado la manera de aprender, sino también la forma en la que los estudiantes se relacionan con sus estudios y con los demás.
Diversas investigaciones han demostrado, por ejemplo, que un algoritmo de IA puede predecir si tu hijo va a tener dificultades en el colegio. También, ha demostrado múltiples ventajas y riesgos de la IA en educación. Y ahora, un nuevo estudio publicado en Frontiers in Psychology analiza precisamente la doble cara de la tecnología: el potencial de la IA para personalizar el aprendizaje y reducir el estrés, pero también los riesgos asociados a la soledad, la denominada tecnofatiga o la dependencia emocional.
El estudio se centra en la educación superior, pero es perfectamente extrapolable a niveles inferiores como Educación Secundaria, al menos para tenerlo en cuenta a la hora de analizar el impacto de la inteligencia artificial en Secundaria y Bachillerato, ya que las conclusiones de este estudio son especialmente relevantes. Nos ayudan a anticipar qué puede significar crecer en un entorno donde las herramientas de IA son parte inseparable de la vida académica y personal.

La IA afecta al bienestar emocional
El trabajo, realizado por investigadores de la Universidad de Hradec Králové (Chequia), revisa la evidencia científica disponible —todavía escasa— sobre cómo la IA está afectando al bienestar académico y emocional de los estudiantes.
Los autores (Blanka Klimova y Marcel Pikhart) realizaron una revisión sistemática en dos grandes bases científicas (Web of Science y Scopus) siguiendo las guías PRISMA. De casi 250 publicaciones detectadas, solo 11 estudios experimentales o empíricos fueron considerados suficientemente sólidos para analizar la relación entre el uso de IA y el bienestar en estudiantes universitarios.
Entre los aspectos evaluados se incluyen:
- Salud mental y emocional: ansiedad, estrés, felicidad percibida.
- Interacciones sociales: habilidades de comunicación y apoyo social.
- Experiencias académicas: motivación, personalización del aprendizaje, reducción de carga de trabajo.
A partir de aquí, el estudio incluye entre sus conclusiones pros y contras del uso habitual de la IA durante el estudio y aprendizaje en educación superior.
Riesgos de la IA en el bienestar estudiantil
Entre otros, la investigación destaca cuatro potenciales riesgos que no son menores:
- Soledad y aislamiento: usar la IA como sustituto de relaciones humanas puede deteriorar la vida social y la inteligencia emocional.
- Tecnofatiga: la sobreexposición digital genera cansancio, ansiedad y pérdida de concentración.
- Ansiedad por la privacidad: la gestión de datos académicos y personales por sistemas de IA genera desconfianza y sensación de vigilancia.
- Dependencia y pérdida de habilidades: confiar en exceso en la IA para comunicar o resolver problemas puede limitar la autonomía y la capacidad crítica.
Beneficios de la IA para el bienestar estudiantil
No todo son, eso sí, efectos negativos. Recurrir a la IA para estudiar también sus ventajas, su impacto positivo. El estudio destaca beneficios como estos:
- Aprendizaje personalizado: las plataformas con algoritmos adaptativos permiten que cada estudiante avance a su ritmo, con menos presión y mayor motivación.
- Reducción del estrés académico: herramientas como ChatGPT ayudan a organizar tareas, resolver dudas y gestionar mejor el tiempo.
- Apoyo a la salud mental: chatbots y asistentes virtuales ofrecen respuestas inmediatas que, en algunos casos, los alumnos perciben como un alivio frente a la ansiedad.
- Inclusión educativa: traducciones automáticas, ayudas para estudiantes con discapacidad y tutorías 24/7 reducen desigualdades en el acceso a la educación.

La clave radica en combinar lo digital con lo humano
El estudio concluye que las universidades deben encontrar un equilibrio: aprovechar la eficiencia de la IA sin dejar de lado las competencias humanas. Para las familias, esta es también una alerta temprana.
Quienes hoy acompañan a hijos e hijas en la Secundaria o en el Bachillerato pronto se encontrarán con que la IA formará parte natural de su día a día académico. La pregunta es cómo guiarles para que aprovechen las ventajas sin caer en los riesgos.
Aquí es donde cobra importancia la conversación en casa: hablar de lo que se gana y se pierde con cada herramienta, reforzar las habilidades sociales fuera de la pantalla y educar en pensamiento crítico. Igual que ya ocurre con el uso de móviles y redes sociales, la clave será combinar lo digital con lo humano.

Referencias
- Blanka Klimova, Marcel Pikhart. Exploring the effects of artificial intelligence on student and academic well-being in higher education: a mini-review. Frontiers in Psychology, 2025. DOI: 10.3389/fpsyg.2025.1498132
Información complementaria:
- Google lanza un nuevo Gemini educativo con aprendizaje guiado para estudiantes y desafía a ChatGPT: así funciona esta inteligencia artificial
- ¿Están preparados los profesores españoles para educar en la era digital?
- Más evidencias científicas sobre la prohibición de los móviles en colegios e institutos: menos malestar psicológico, más concentración