Expertas en psicopedagogía, advierten: "Hacer los deberes de tus hijos daña su confianza y frena su autonomía"

Las expertas Paloma García Aranda y Nani Conde explican que ayudar en exceso con los deberes puede dañar la confianza de los niños y limitar su autonomía personal.
Madre ayudando a su hijo con los deberes en casa, concentrados sobre la mesa de estudio.
Ayudar demasiado con los deberes puede afectar la autonomía y la confianza de los niños, según expertas en psicopedagogía. Midjourney-RG

Muchas familias no tienen claro cómo lidiar con la gestión de los deberes de sus hijos e hijas. No ya si están a favor o en contra, otra cuestión de debate acalorado entre las familias, docentes y demás expertos, sino cómo compartarse y cómo guiar a sus hijos e hijas cuando tienen deberes pendientes. ¿Sentarse con ellos? ¿Perseguirles a diario para que los hagan? ¿Dejar que se autogestionen y asuman las consecuencias si no los hacen?

Abordamos en esta conversación con Paloma García Aranda, pisopedagoga y psicóloga, y Nani Conde, psicopedagoga y profesora de Primaria, las consecuencias emocionales de no permitir a los niños que se gestionen con autonomía los deberes.

Las expertas, miembros de la plataforma Tusclasesparticulares, comparten además una consejos para apoyar en el estudio fomentando la autonomía en lugar de la sobreprotección.

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Un padre ayuda a su hijo a hacer los deberes en el salón de casa
Padre e hijo, con los deberes (iStock)

Las consecuencias de hacer los deberes a los hijos

Las dos psicopedagogas coinciden en apuntar que hacer los deberes por los hijos puede minar su autoestima, su motivación y su autonomía. “Cuando los padres hacen los deberes por los hijos, el mensaje que se transmite es ‘no eres capaz de lograrlo por ti mismo’”, explica Paloma García Aranda. Este mensaje, aunque inconsciente, puede tener un fuerte impacto en la autoestima del niño y generar dependencia, inseguridad y miedo al fracaso.

La psicóloga destaca otra consecuencia de hacer los deberes por ellos: se pierden oportunidades de aprendizaje. “Cuando un niño se enfrenta a una tarea difícil, desarrollan habilidades cognitivas —como la resolución de problemas y la planificación—, y emocionales —como paciencia, tolerancia a la
frustración, y persistencia”. En este contexto, los padres pueden tener un papel fundamental si dejan a sus hijos hacer la tarea que tengan del colegio: “Permitir que los niños cometan errores y acompañarlos como guías, no como ejecutores, les ayuda a confiar en sus capacidades y a tomar decisiones propias", agrega García Aranda.

Nani Conde incide en que los profesores saben perfectamente cuándo la tarea ha sido realizada por un adulto. “Se nota por el vocabulario, la presentación o la forma de razonar”, comenta. No obstante, el problema no está en la nota que obtenga el peque, sino en su proceso de aprendizaje: “Más que afectar al resultado académico, lo que ocurre es que el niño pierde la oportunidad de aprender y de enfrentarse al error. El error es una parte fundamental del proceso educativo y debemos permitir que los alumnos lo vivan sin miedo", explica la experta.

por su parte, Paloma García Aranda añade al respecto que, cuando los padres corrigen o reescriben el trabajo, “El niño puede percibir que su esfuerzo no es suficiente o que su manera de hacer las cosas no es válida". Este hecho, agrega, "puede generar ansiedad, frustración y falta de motivación”. Por ello, continúa explicando, "El papel del adulto aquí es clave y por eso es su responsabilidad enseñar que el error es parte del aprendizaje y normalizar la imperfección".

Madre e hijo hacen los deberes en una habitación infantil abuhardillada pintada de azul sobre el pupitre
Una madre hace los deberes junto a su hijo

Involucrarse con los deberes pero fomentar la autonomía: consejos prácticos

Las dos psicopedagogas coinciden en recomendar a los padres que traten de fomentar la autonomía de sus hijos en lo que respecta a los deberes escolares, pero entienden, y así lo destacan, que las propias emociones de los adultos, de los padres, juegan a veces malas pasadas.

Su intención, en la mayoría de los casos, es ayudar y apoyar, pero no siempre se actúa y consigue de la forma adecuada. De acuerdo con Paloma García
Aranda, esta sobreimplicación “muchas veces nace del amor y el deseo de protegerlos” pero también hay otros factores que intervienen como el miedo al fracaso o de comparaciones sociales.

En este sentido, es importante autorevisarse, ser conscientes de que podemos estar cayendo en este error involuntaria y corregirlo para fomentar la autonomía de los hijos. ¿Cómo? A través de consejos prácticos como estos de Nani Conde:

  • Evitar comparar con otros niños; cada uno tiene su ritmo y su forma de aprender.
  • Dividir las tareas en tramos cortos (20 minutos bien aprovechados valen más que
    una hora con interrupciones).
  • Usar relojes visuales o temporizadores para enseñar a los niños a gestionar el
    tiempo.
  • Reforzar con frases positivas como “Te has esforzado mucho hoy” o “Cada vez lo
    haces mejor”.
  • Si algo no sale, anima a que lo pregunten en clase. Fomentar la comunicación con el
    profe también es enseñar autonomía.

“Crear rutinas, establecer un horario y un espacio tranquilo, y dejar que los niños decidan el orden de las tareas o el tiempo que dedican aumenta su motivación y sentido de responsabilidad” son los consejos de la psicopedagoda. Además, de esta forma, tanto padres como hijos podrán dejar a un lado la frustración y formar un clima de motivación para el estudio.

Cómo identificar si el niño necesita apoyo extra

No todos los casos de frustración o rechazo a los deberes son iguales. Es importante estar atentos como padres y prestar atención a pequeños gestos, reacciones, hábitos o comportamientos del niño o niña con respecto a los deberes escolares.

Según Nani Conde, hay señales que pueden indicar que el niño necesita apoyo adicional: “La frustración constante, la ansiedad, el rechazo a la tarea o los errores repetidos en contenidos ya trabajados son señales de alerta", indica.

Paloma García Aranda añade que, en el caso de que el niño empiece a asociar los deberes al conflicto y a la ansiedad, “es importante intervenir temprano". Para ello, aconseja "introducir estrategias de regulación emocional, dividir las tareas en pasos pequeños, reforzar logros parciales y mantener una comunicación abierta sobre emociones y dificultades". Según la psicopedagoga, estos "son pequeños cambios que pueden ayudar”.

Es aquí, en este tipo de casos, cuando se pueden valorar las clases de refuerzo.

Padre con media melena y camisa de cuadros e hijo con pelo corto haciendo los deberes en el salón de casa, sobre una mesa de madera
Padre e hijo haciendo los deberes en el salón de casa

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