Desde que comienza a explorar el mundo que le rodea, por muy pequeño que sea el bebé ya está aprendiendo. Cada destreza, cada forma o patrón u objeto que consigue identificar lo va desarrollando a partir de lo que va aprendiendo a reconocer, a partir de lo que conoce.
Siguiendo ese planteamiento es lógico pensar que de forma orgánica, los niños empiezan a aprender matemáticas casi sin darse cuenta desde el primer momento que empiezan a explorar su entorno y eso es lo que potencia el método de María Montessori para conseguir que los niños aprendan de forma independiente, sin que nadie guíe ese aprendizaje, permitiendo que surja desde la propia curiosidad.

Las matemáticas tanto en la etapa de educación infantil como la de primaria y las posteriores, se enseñan con el acompañamiento y la dirección constante de un profesor. Sin embargo, las matemáticas en el método Montessori tienen sus propios planteamientos formativos.
¿Cómo se plantea el método Montessori el aprendizaje de las matemáticas?
El aprendizaje de las matemáticas a partir de la metodología Montessori se plantea empleando elementos manipulativos que son cómodos para el alumno, que promueven su motivación de una forma muy fluida hacia estas ciencias y que hacen que la evolución vaya de lo más concreto y tangible a lo abstracto, a partir del aprendizaje progesivo e innato de cada niña y de cada niño.
El objetivo es que el alumno tenga pleno control de su propio proceso, que este marque su propio ritmo y que con ello mantenga viva su ilusión y despierta su curiosidad, algo que va a beneficiarle incluso cuando sea adulto.
Es una forma de enseñar matemáticas muy distinta a la tradicional que consigue que el alumno gane en independencia además de en autodisciplina, al estar siempre en un entorno motivador y entretenido.
Cinco propuestas para jugar con las matemáticas
1.- Los bloques
Bloques de números o bloques de colores para hacer sumas y restas.
Unos bloques de distintos colores que sean fácilmente identificables por los niños y niñas, que puedan manipularlos fácilmente y que sean capaces de organizarlos para conseguir hacer sumas y restas con facilidad.
Si no encuentras bloques con números siempre pueden usarse como unidades o si tienen distintas longitudes pueden tener también distinto valor para poder hacer sumas y restas de forma sencilla.
2.- Los contadores
Esta propuesta trata de despertar su curiosidad a través de la combinación de cuentas y de colores. En principio la idea es no explicárselo para ver si poco a poco pueden ir ellos mismos intuyendo las posibilidades que les ofrece el ábaco, por ejemplo pero si necesita que les respondas o te pide que le resuelvas alguna duda, nunca se lo niegues.
Es una herramienta perfecta para aprender las cuatro reglas: sumar, restar, multiplicar y dividir.
3.- Tarjetas con números
Con ellas pueden aprender el orden de los números. Primero deja las tarjetas a su alcance un tiempo desordenadas, para que ellos mismos las manipulen, las descubran y les busquen una utilidad o significado.
La propuesta es que aprendan el orden de los números, que las ordenen siempre de modo ascendente.
4.- Cestas y pelotas con números
Pelotas pequeñas marcadas con números y varias cestas y que ellos mismos planteen cómo podrían organizarlas, en pares o impares, en múltiplos de dos o de tres,...
5.- El juego de los ceros
Se utiliza en la metodología Montessori para aprender las unidades, las decenas y las centenas e incluso para aprender a contar hasta el número 1.000 y mayores.
Debatir primero si el cero es o no un número también puede ser muy instructivo antes de comenzar con la actividad porque es un número que encierra cierta magia para los más pequeños.
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