Lo que NUNCA debes decir a unos padres sobre el nombre de su bebé (aunque no te guste)

Que papá y mamá se pongan de acuerdo en cómo llamar a su hijo o hija ya es complicado, como para recibir opiniones no solicitadas
Elegir el nombre de tu bebé estando embarazada
Las frases que los padres no quieren escuchar cuando anuncian el nombre de su bebé. (Gemini-MM) - Una madre embarazada acaricia su barriga en la habitación del bebé.

Elegir el nombre de nuestra primera hija no ha sido un proceso nada fácil, te lo aseguro. Tras largas reflexiones y negociaciones, con listas de nombres de niñas en mano, conseguimos dar con un nombre de bebé que era perfecto; una mezcla ideal entre elegancia y sencillez, con el toque justo de originalidad sin llegar a ser malsonante. Simplemente sublime. O, al menos, eso pensábamos mi pareja y yo… ¿Qué nombre es es? Siena, por supuesto. No podía ser otro.

Si unos padres te anuncian el nombre de su bebé no digas estas frases

La gente –que con la maternidad cree tener permiso para comentar SIN FILTRO cualquier asunto– no tardó en empezar a preguntarnos cómo íbamos a llamar a nuestra niña. A nosotros, se nos ilumina la cara cada vez que pronunciamos ese nombre tan bonito que ya hemos elegido. Sin embargo, no siempre recibimos de vuelta ese mismo entusiasmo.

Y, déjame decirte, que, por muy convencidos que estamos de querer ponerle Siena como nombre a nuestra bebé, muchas de las reacciones nos han hecho sentir algo de decepción, pero también tristeza. Ese revoltijo de emociones (a las que las hormonas del embarazo tampoco ayudan, todo sea dicho) me ha llevado a hacerte una lista con todas esas frases que los padres no queremos oír sobre el nombre de bebé que hemos escogido, incluso si te parece el peor nombre de la historia (¡te aguantas!).

Elegir un nombre para tu hijo ya es difícil y los padres no necesitan oír estas frases.
Los padres no quieren escuchar estos comentarios cuando anuncian el nombre de su bebé (Gemini-MM)
  • “Uy, ¿y ese nombre? ¿de dónde lo habéis sacado?”: Pueden parecer preguntas inocentes, de mera curiosidad, pero en realidad suenan a ¿estáis locos?
  • “Ay, pero ese nombre es muy raro / está muy visto / está pasado de moda”: Traducción, no me gusta, pero no sé cómo decírtelo.
  • “Como la actriz esa de la película aquella / como la marca de helados / como mi profesor de naturales de primero de primaria…”
  • “¿Y no habéis pensado en otro?”: Sí, hemos pensado en otros. En decenas. En cientos. En miles. Y los hemos descartado. Este nombre es el que más nos gusta.
  • “Bueno, todavía tenéis X meses antes de que nazca la niña para seguir pensando”: Y usted ha tenido toda la vida para aprender a no opinar sobre aquello que no le incumbe.
  • “Pues yo conozco a una niña con ese nombre… y es una joyita”: No comments.
  • “Bueno, lo importante es que el bebé esté sano”: Frase comodín que suena a “vaya nombrecito habéis escogido, eh. Os habéis quedado a gusto”.
  • Y, el que más duele: “Ah, qué bonito”: dicho con ese tono ácido, irónico y maloliente que tú y yo sabemos.

Cómo responder (con elegancia) ante los comentarios sobre el nombre de tu hijo

No seamos tremendistas. Por suerte, la mayor parte de la gente a la que le dices el nombre de tu bebé responde de una forma más o menos respetuosa. Sin embargo, siempre hay una vecina del quinto, una prima con mal genio o un desconocido cotilla que te dedica ese comentario desagradable, disfrazado de inocencia o falsa ilusión, sobre tu elección.

Es completamente normal que esa opinión no solicitada te pinche en el orgullo. Después de lo mucho que te ha costado ponerte de acuerdo con el papá o la mamá (incluyendo discusiones más o menos encendidas), no necesitas que alguien de fuera venga a poner en duda el nombre escogido para tu hijo o hija.

Por eso, antes de reaccionar en caliente, vale la pena respirar hondo y recordar que la elegancia es tu herramienta más poderosa. No solo te protege, sino que además demuestra seguridad en tu decisión. Responder con calma y firmeza puede ser tan simple como sonreír y decir: “Nos encanta, por eso lo elegimos”. Y listo. No hay más que hablar. A veces, incluso puedes permitirte un toque de humor: “Bueno, menos mal que esta niña va a ser nuestra hija y no tenemos que ponernos de acuerdo todos, ¿no?”.

Recuerda: estos comentarios, casi siempre, hablan más de quien los dice que de tu bebé o de la decisión que has tomado.

Los nombres de bebés siempre te recuerdan a personas que ya conoces.
Opiniones no solicitadas sobre los nombres para niñas y niños que los padres eligen (Gemini-MM)

Elegir nombres para bebés ya es bastante complicado, no quiero una opinión no solicitada

¿Alguna vez has oído eso de que te das cuenta de cuánta gente te cae mal solo cuando intentas escoger entre todos los nombres de bebés que se te vienen a la cabeza? Pues es completamente cierto. Imagina la situación: papá y mamá salen de la consulta médica sabiendo que van a tener una niña. ¿Y si la llamamos Valentina? No, que es la señora malhumorada de la tienda de 20 duros de mi pueblo. ¿Y Emma? Uy, no, que había una Emma muy antipática en mi colegio…

Y así, uno detrás de otro; nombres preciosos que se van cayendo de la lista de posibles como fichas de dominó. Para bien o para mal, casi todos los nombres te recuerdan a alguna persona que has conocido; todos despiertan algo diferente en cada uno.

Lo más curioso es que, según avanza la búsqueda de nombre, empiezas a preguntar a familiares y amigos (mal hecho, lo he comprobado) y ahí es cuando descubres que la memoria colectiva es mucho peor que la tuya. “Lucía no, que me recuerda a la ex de mi cuñado, Carla tampoco, que conocí una muy mandona…”. Llega un momento en el que te preguntas si queda algún nombre en la faz de la Tierra que no despierte un trauma, un disgusto o una opinión no pedida.

Pero, aunque parezca imposible, el milagro ocurre: un día aparece ESE nombre. En nuestro caso, Siena. Uno que no arrastra ningún recuerdo negativo. O quizá sí, pero ya ni te importa, porque ha empezado a significar algo completamente nuevo. Y ya no puedes dejar de imaginar la carita de tu bebé volviéndose hacia ti con una sonrisa cuando pronuncias ese nombre.

Es entonces cuando descubres la verdad que nadie te había dicho: que los nombres no se escogen solo con la cabeza, ni con la tradición, ni con las modas. Se escogen con el amor incondicional que ya sientes hacia tu barriguita. Y este nunca se equivoca.

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