La influencer María Pombo ha generado polémica recientemente al afirmar que ”leer no te hace mejor persona” y que el gusto por la lectura no implica superioridad alguna. Este debate ha dado pie a numerosas reacciones en redes sociales: hay quienes defienden que la lectura aporta valores esenciales, otros que enfatizan que no es requisito ni condición de valor personal. Nosotros, lejos de caer en juicios, nos hemos preguntado qué dice la ciencia sobre los beneficios de la lectura en niños y niñas. No si les hace mejores que otros iguales, sino argumentos que demuestran que la lectura, simplemente, les hace ser mejores versiones de ellos y ellas mismas. Mejores personas, en definitiva.
En el planteamiento de este tema nos ha inspirado mucho —es justo reconocerlo y, además, recomendar su lectura— un hilo en X del escritor y profesor Jorge Corrales (@Yosoycorra), que cita estudios sobre las ventajas de la lectura, no para presumir, sino para recordar que ofrece enormes beneficios. “Un lector no es mejor que otro que no lee, por el simple hecho de que la vida no es una competición, ni un torneo. Ahora, como escritor, lector y profesor de escritura, estoy cien por cien seguro de que leer y escribir mejora la vida de la gente… pero era una seguridad basada en la experiencia, en mis vivencias”, asegura.
En este artículo exploraremos, tomando como base algunos de los que cita el propio escritor en sus argumentos, los beneficios de la lectura para la infancia sustentados en artículos científicos.

Beneficios de la lectura en la infancia respaldados por la ciencia
A continuación, una lista de ventajas documentadas científicamente que la lectura aporta en el desarrollo de los niños y niñas. No se trata de competencia, sino de crecimiento personal: los cuentos son muy importantes para el desarrollo de los niños y niñas.
Desarrolla el lenguaje y amplía el vocabulario
La lectura compartida desde los primeros años fortalece el desarrollo del vocabulario receptivo y expresivo. Un estudio reciente mostró que leer libros en familia se asocia positivamente con el vocabulario en bebés de 12 a 24 meses, incluso en contextos de bajo nivel socioeconómico (Rosslund et al., 2025).
Esto confirma que leer desde edades tempranas es una de las mejores herramientas para enriquecer el lenguaje.
Mejora la comprensión lectora y el rendimiento académico
La lectura frecuente predice un mejor rendimiento escolar. Investigaciones longitudinales (van der Kleij et al., 2022) han demostrado que el crecimiento del vocabulario y la lectura de palabras durante la transición de la primaria se relacionan directamente con mejores resultados académicos. Además, Cullinan (2000) documentó que la lectura independiente favorece el éxito escolar en diversas materias.
Potencia la atención, la memoria y la concentración
Seguir la trama de un cuento exige mantener la atención, recordar personajes y anticipar lo que ocurrirá. Estudios de seguimiento (Ehm et al., 2023) muestran cómo las habilidades de decodificación y comprensión lectora crecen en paralelo con funciones cognitivas como memoria y concentración, esenciales para el aprendizaje escolar.

Fomenta la empatía y la conciencia emocional
Leer historias permite explorar emociones y ponerse en el lugar del otro. Un estudio publicado en Science (Kidd & Castano, 2013) demostró que la lectura de ficción literaria mejora la “teoría de la mente”, es decir, la capacidad de comprender los pensamientos y emociones ajenos. Esto se traduce en mayor empatía y habilidades sociales en la infancia.
Estimula la creatividad y la imaginación
Los cuentos y la ficción abren mundos distintos y entrenan la flexibilidad cognitiva. La literatura infantil alimenta la imaginación, y estudios actuales refuerzan la idea de que la lectura fomenta la creatividad y la capacidad de generar soluciones innovadoras a problemas.
Refuerza la salud mental y el bienestar emocional
La lectura no solo educa, también calma. El conocido estudio de la Universidad de Sussex (Lewis, 2009) encontró que seis minutos de lectura reducen el estrés en un 68 %, superando a escuchar música o dar un paseo. En la infancia, incorporar la lectura en rutinas diarias aporta calma, reduce ansiedad y fortalece el vínculo afectivo con los padres.
Prepara para la vida adulta y las habilidades comunicativas
Leer desde la infancia facilita la escritura y la expresión oral. Además, un estudio longitudinal sobre gemelos (Soden et al., 2015) muestra que la comprensión lectora es una habilidad estable y heredable, que influye en la trayectoria educativa hasta secundaria. Esto refuerza la importancia de iniciar la lectura desde temprano como inversión en competencias para toda la vida.

La lectura no hace mejores que nadie, porque “mejor” es un concepto moral, personal, complejo: no depende solo de hábitos culturales sino de valores, acciones éticas, empatía, compromiso… Pero la lectura puede contribuir poderosamente a que los niños y niñas crezcan con mayor comprensión, sensibilidad, creatividad y capacidad de comunicarse y de entender al otro.
En ese sentido, leer no eleva a unos sobre otros, pero sí puede formar personas más plenas, con recursos internos para la vida.
Referencias
- Rosslund, A., Johansson, C., Marklund, U., & Hansson, K. (2025). Associations between shared book reading, daily screen time, and infants’ vocabulary size. Journal of Child Language, 52(4), 971-983. DOI: 10.1017/S0305000924000291
- Van der Kleij, S. W., Segers, E., & Verhoeven, L. (2022). Tracking vocabulary and reading growth in children from middle childhood during the transition from primary school. Child Development, 93(6), 1719-1736. DOI: 10.1111/cdev.13862
- Ehm, J. H., Nagler, T., Segerer, T., & Hasselhorn, M. (2023). The underlying components of growth in decoding and reading comprehension: Findings from a 5-year longitudinal study of German-speaking children. Learning Disabilities Research & Practice, 38(2), 119-133. DOI: 10.1080/10888438.2022.2164199
- Kidd, D. C., & Castano, E. (2013). Reading literary fiction improves theory of mind. Science, 342(6156), 377-380. DOI: 10.1126/science.1239918
- Soden, B., Christopher, M. E., Hulslander, J., Olson, R. K., Cutting, L., Keenan, J. M., Pennington, B., & DeFries, J. C. (2015). Longitudinal stability in reading comprehension is largely heritable from Grades 1 to 6. PLoS ONE, 10(1), e0113807. DOI: 10.1371/journal.pone.0113807
- Lewis, D. (2009). Galaxy Stress Research. Mindlab International, University of Sussex.
- Cullinan, B. E. (2000). Independent Reading and School Achievement. School Library Media Research, 3. American Library Association. Disponible aquí.