En los alimentos fritos, parte del aceite utilizado para la fritura pasa al alimento, aumentando su contenido calórico.
Si el aceite no es de buena calidad o si se utiliza varías veces, se forman algunas sustancias tóxicas que se incorporan al plato.
Aunque los fritos se pueden utilizar en la alimentación de niño, es preferible que no sea la forma principal de preparación, es mejor alternar la fritura con otras formas de cocción más saludables.
Para freír hay que emplear aceite de oliva virgen, a ser posible, sin usar.
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