Aunque en el último siglo ha existido la tendencia de alimentar a los bebés con triturados y a cucharadas, actualmente sabemos que dejar que los bebés se alimenten por sí solos puede tener algunas ventajas con respecto al método tradicional. En concreto, el hecho de que los bebés coman con los dedos (una tendencia conocida como finger food) tiene beneficios en varios aspectos de su desarrollo.

¿Qué significa finger food?
Este término hace referencia a alimentos que puedan comerse con los dedos. Según la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria), “los alimentos complementarios pueden ser alimentos que puedan coger con sus propios dedos, finger food”. Es decir, no es necesario que los adultos alimentemos a los bebés, si no que pueden alimentarse ellos mismos desde el inicio de la alimentación complementaria, utilizando sus propias manos.
¿Cómo se lleva a cabo de forma segura?
Para que nuestro bebé pueda experimentar con los alimentos de forma segura con sus manos, es importante que ofrezcamos trozos acordes a la madurez de cada bebé. En niños de 6 a 7 meses que hayan comenzado recientemente la alimentación complementaria, lo ideal sería ofrecer trozos grandes que puedan agarrar con su puño, y que sean más grandes que su mano para que sobresalgan y puedan comerlos.
En bebés más mayores, de 9 a 10 meses, que ya son capaces de realizar la pinza entre el índice y el pulgar, podemos ofrecer trozos más pequeños. Hay que tener en cuenta que la textura de los sólidos debe ser siempre blanda para que el bebé pueda machacarlos con sus encías sin problemas. Si tenemos duda de si un alimento es seguro, podemos aplastarlo un poco con nuestros dedos: si es seguro, debe deshacerse con facilidad.
¿El finger food tiene beneficios para mi bebé?
¡Así es! Si tienes la idea de que comer con los dedos es de mala educación, olvídate de ella, porque fíjate cuántos beneficios puede tener para tu bebé.
Favorece el desarrollo psicomotor del bebé
Permitir al bebé manipular los alimentos con sus dedos va a favorecer que desarrolle habilidades de motricidad fina y coordinación, así como de masticación y deglución de los alimentos.
Para un bebé, la experiencia sensorial de explorar y comer un alimento con sus propios dedos resulta mucho más enriquecedora que recibir una cucharada de comida triturada por parte de sus padres.
Puede prevenir el rechazo a algunos alimentos más adelante

El hecho de exponer al bebé a los alimentos desde el principio puede hacer más fácil que en el futuro rechace probar alimentos nuevos, es decir, puede reducir la neofobia alimentaria.
Los padres también pueden disfrutar del momento de la comida
Al no tener que alimentar nosotros al bebé, podemos compartir el momento de las comidas en familia y disfrutar también de nuestro plato. Hay que recordar que siempre deberemos supervisar al bebé mientras esté sentado en la trona y tenga alimentos a su alcance.
¡Es divertido!

¿Te han dicho alguna vez eso de que con la comida no se juega? ¡Nada de eso! Manipular los alimentos es una experiencia muy completa para un bebé: olores, texturas, colores, sabores… A tu bebé le encantará el nuevo juego que supone para él experimentar con los alimentos con sus propias manitas.